La mejor luna
Melina, la gata de Juan, sólo es feliz cuando la luna está redonda y blanca. Pero la luna va y viene, y la gata entristece cuando la ve menguar. Juan entristece por la tristeza de Melina, entonces su amigo Pedro, el pintor, ayuda a Juan y pinta una gran luna llena. En este cuento, Liliana Bodoc nos propone una metáfora en la que intervienen un niño, una mascota y un pintor, y nos muestra cómo es posible resolver, con la ayuda de un artificio, la ausencia o la pérdida, cuando el mediador es el amor.