La novela relata las aventuras de Tadeo, un chico de catorce años que vive el maltrato de su hermano y una situación familiar asfixiante. Afortunadamente, cerca del río conocerá a Vera, una chica de su edad, y a su familia. Gracias a ellos descubrirá una nueva manera de entender el mundo y podrá mirar su vida de forma más esperanzadora.

La novela sobre el crecimiento, la madurez y la búsqueda de la identidad resultó para el jurado «emocionante» y «sobrecogedora», pero al mismo tiempo llena de «ráfagas de claridad». También han destacado el poder casi «curativo» de las escenas de campo, así como la capacidad de la autora para «levantar, a partir de los conflictos domésticos, una gran historia» y para establecer «un patrón de desactivación de la violencia».