Diario de una mudanza
«Empapada. Los muslos, los brazos, el pecho, el cuello, la cara, el nacimiento del pelo, la nuca. Terminaba pateando las sábanas, las frazadas, las medias. Después, aparecía el insomnio, las catástrofes inminentes en medio de la noche».
Una mujer se despierta por las noches con mucho frío en los pies para, un rato más tarde, sentir un calor impúdico. Migrañas, cambios de humor, cólera, una lista de síntomas desordenados que no parecen responder a nada específico; el cuerpo se le vuelve desconocido. Los encuentros con los hombres y con otras mujeres parecen ahora signados por un desafío vital e inesperado, mudar la vieja piel.
Diario de una mudanza, el nuevo libro de Inés Garland, narra esa etapa de cambios en la vida de las mujeres atravesadas por mandatos atávicos. Aparece una nueva manera de leer y se revela una trama de escrituras propias y ajenas que da cuenta de los prejuicios, pudores, silencios, cegueras históricas y batallas en busca del sentido necesario para atravesar ese desafío. Este es el diario de una mudanza que arrasa con la vieja identidad y propone una vida inesperada.
… una intrépida performance literaria. Felipe Fernández, La Nación
El talento de Garland está en su forma particular de rodear un asunto, de encontrarle una forma magnética al merodeo, de cambiarle de signo al lugar común. Agustina Larrea, El Diario Ar
… una sutileza que recuerda a la francesa Marguerite Duras. Carolina Esses, La Nación
Asistimos a una desnudez hermosa, una forma muy poética y muy importante de relatar los cambios que atraviesa una mujer. Flavia Pitella
Garland clava el filo de las palabras en la experiencia y abre todas las dimensiones que contiene. Verónica Boix, Revista Eñe