Dejen todo en mis manos

Dejen todo en mis manos

Novela
Random House Mondadori Argentina, Caballo de Troya España , 2007
121 págs.

Publicada por

Castellano en el mundo Penguin Random House / Francia Éditions de L’Arbre / Italia La Nouva Frontiera / Israel Tésha Neshamot / Brasil Rocco Editora 

Un escritor sin éxito recibe una propuesta de un editor que publicará su novela si éste descubre y localiza a Juan Pérez, que hace tiempo hizo llegar a la editorial un manuscrito desde Penurias, pueblo del interior de Uruguay, sin indicar el remitente.

A partir de la aceptación del novelista metido a detective improvisado, comienzan los desenlaces kafkianos de este genial libro de Mario Levrero, maestro insoslayable en el difícil arte de profanar el altar de la literatura para reconstruir inteligentemente una escritura libre, venenosa, corrosiva, lúdica.

Escrita en clave de falsa “novela negra”  con grandes dosis de  humor. Hay que decir que la trama que caracteriza la escritura de Levrero es hábil y compacta y cuenta con una fluidez y pericia que se manifiesta en esa acrobacia natural que le permite pasar de una escena a otra. Francesca Lazzarato, Il Manifiesto

Dejen todo en mis manos es hermosa, significativa y trascendente. (…) no sólo nos hace pasar un buen rato, sino que además aporta las claves para entender una parte del espíritu salvaje de nuestra época y las “penurias” por las que debe pasar el escritor si quiere ver publicada su obraHotel Kafka

Levrero tiene una habilidad extraordinaria para recrear situaciones kafkianas, diálogos y monólogos hilarantes que arrancan la risa del lector, que no conseguirá separarse del libro hasta el final liberador. Corriere della Sera

(…)  parece una novela de Chandler sui generis o una novela de Kafka.  Vittorio Giacopini, Il Sole 24 ORE

Levrero articuló una identificación conmovedora por su aporreado protagonista, quien, gracias a un desenlace perfecto y absolutamente inesperado, acabará cobrando ante los ojos del lector el temple de un héroe demasiado humano como para no darle cabida entre los personajes más entrañables de nuestra literatura contemporánea. Juan Manuel Vial, La Tercera